En México, a mediados de 2020, había 2,1 millones de personas con un cuadro depresivo, el 5,25 % de la población mayor de 15 años de todo el país, según la Encuesta Mexicana de salud, cuyos datos difundió el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2021. De todas ellas, 230.000 personas sufrían una depresión grave.
De los datos que arroja la encuesta destaca la prevalencia de la depresión en mujeres (7,1% frente a 3,5% de los hombres), y en los cuadros de depresión grave la diferencia es aún mayor: por cada caso grave en hombres hay 3,5 mujeres.
Los cuadros depresivos son más frecuentes al aumentar la edad y alcanzan su valor máximo entre los mayores de 85 años, donde afectan al 16% de la población.
Qué dice la ciencia sobre la ansiedad y depresión y el uso del CBD?
Desde 1993 ya hay estudios del efecto de los cannabinoides en animales y humanos siempre con resultados positivos.
En 2011, esta vez, en pacientes con ansiedad social generalizada (ASG). Los resultados señalaron que el CBD disminuyó significativamente los niveles subjetivos de ansiedad. En esta investigación también se realizaron resonancias magnéticas en el cerebro y se encontró que los patrones de flujo sanguíneo en el cerebro de los pacientes que habían tomado CBD eran consistentes con una respuesta antiansiedad.
En otro estudio doble ciego se observó una reducción significativa de ansiedad, deterioro cognitivo y malestar en personas que habían ingerido cannabidiol cuando fueron sometidas a diversas pruebas, entre ellas dar un discurso ante un público simulado, el efecto positivo se pudo observar antes y durante el discurso.
En esta encuesta que realizaron unos investigadores polacos sobre el uso del CBD en personas con ansiedad y depresión la mayoría de los encuestados dijo sentirse mejor después del tratamiento con CBD (86%).
Tomar CBD para la depresión y la ansiedad
Aunque la ciencia nos aporta muchos datos, queda un largo camino para determinar de manera consistente el efecto y los beneficios de la toma de CBD en pacientes con problemas de salud mental. La realidad es que la mayoría de psicólogos y psiquiatras no saben cómo recomendar su uso por el estigma que tiene el cannabis en la sociedad y por el desconocimiento general que tiene el cuerpo médico sobre la ayuda que supondría para sus pacientes.
En la mayoría de los casos, las personas con estas dolencias recurren al CBD voluntariamente como ayuda o complemento a sus tratamientos. Desde aquí te recomendamos que siempre le digas al profesional de la salud que te atiende que quieres tomar CBD o que ya lo estás tomando.
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